Historia

La inmigración checa y checoslovaca a Argentina

La podemos dividir en cinco periodos históricos:

  1. Primer periodo: segunda mitad del siglo XIX hasta 1918 (institucionalización de la colectividad checa)
  2. Segundo periodo: 1918–1938 (auge de la colectividad checa)
  3. Tercer periodo: 1939–1948 (los checoslovacos y la Guerra Mundial)
  4. Cuarto periodo: 1948–1990 (turbulencia política y recesión de la colectividad)
  5. Quinto periodo: desde 1990 hasta la actualidad (reconstruyendo la colectividad checoslovaca)

1. Primer periodo: segunda mitad del siglo XIX hasta 1918 (institucionalización de la colectividad checa)

El primer período empezó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Argentina abrió la puerta a la inmigración europea, y finaliza con la independencia de Checoslovaquia. Del Imperio austrohúngaro en los años 1857-1910 emigraron a Argentina alrededor de 62.000 austriacos y húngaros. Dado que no se cuenta con estadísticas que reflejen la nacionalidad de los inmigrantes austríacos, el número de inmigrantes es estimado. Los inmigrantes checos formaron un grupo de aproximadamente dos a tres mil personas y estaban dispersas en todo el territorio de la República Argentina. Se trataba de una inmigración de individuos y pequeños grupos de familiares y amigos, pocas veces eran grupos con relación laboral. Sólo una pequeña proporción de inmigrantes viajaba a Argentina con un plan fijo de trabajar en colonias agrícolas seleccionadas. Los inmigrantes checos antes de la Primera Guerra Mundial se asociaban de manera espontánea y el inicio de la organización checa en Argentina fue lento.

El primer club checo Slavia fue fundado en Buenos Aires en 1903. El club Slavia mantenía una biblioteca que abonaba la prensa de la patria. El club publicó el primer periódico Slavia en  idioma checo en Argentina, pero editó sólo cuatro números.

Se conocen otros tres clubes checos que existieron una temporada de pocos años como fue el caso del Slavia. La existencia deestas primeras instituciones creó una plataforma para una organización más eficaz. El año crucial de la historia institucional de la colectividad checa en Argentina se puede considerar el año 1908, cuando fue fundada la organización deportiva Sokol y el Club Checo ˗ Eslavo (a partir de 1919 cambió el nombre a Club Checoslovaco Československý Klub). Ambas organizaciones jugaron un papel protagónico en la colectividad checoslovaca hasta la mitad del siglo XX.

Los inicios de las actividades de los clubes fueron espontáneos y estaban sujetos al ánimo de los miembros. Las actividades se limitaron en anclar la nueva institución, formar membrecía y, del núcleo, buscar un espacio adecuado y buscar colaboradores de otros clubes de inmigrantes eslavos.

La Primera Guerra Mundial rompió relaciones con Europa y dio lugar a una mayor participación de los inmigrantes checos en la sociedad argentina. En Chicago, lugar de la colectividad checa más grande, semanifestó con La Alianza Nacional de los Países Checos (České národní sdružení) que mostró la necesidad de que las comunidades checas en el extranjero se unieran en la lucha por la idea de la Checoslovaquia independiente. En 1917, por iniciativa de Sokol y El Club Checo-Eslavo se fundó en Buenos Aires una sucursal de esta Alianza.La Alianza en Buenos Aires logró organizar a la comunidad de inmigrantes checos y crear la primera institución checa con difusión en siete provincias argentinas, contaba con 430 miembros de todo el país yen comparación con las asociaciones checas anteriores (las cuales contaban con pocos miembros) consiguió convertirse en la  organización más poderosa y representativa de los checos en Argentina; además, la pertenencia a la misma tenía razones prácticas y existenciales puesto que,debido al conflicto de guerra europea,las empresas en manos de los aliados europeos no permitían  emplear a personas de los países de sus enemigos. Muchos checos empleados en empresas francesas e inglesas  perdieron sus empleos por portar la ciudadanía austríaca.

Una de las actividades de la Alianza fue poner en conocimiento del  público argentino la lucha en Checoslovaquia por la independencia y sobre cómo  los checos se distanciaban de la política austríaca.

Las actividades de los checos durante la Primera Guerra Mundial jugaron un papel vital para activar y unir a los inmigrantes checos y eslovacos en Argentina y dieron una base para la institucionalización de la colectividad. La Alianza y sus siete sucursales en Rosario, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Mendoza, Tafí Viejo, PRSP y Charata, se transformaron después de la guerra en clubes de checos y eslovacos.

 

2. Segundo periodo: 1918–1938 (auge de la colectividad checa)

En ese período inmigraron a Argentina, según la Embajada Checoslovaca en Buenos Aires, unas 25.000 personas de las zonas rurales de Moravia del Sur, Bohemia y Eslovaquia. Los inmigrantes checoslovacos se asentaron en las zonas industriales en Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Comodoro Rivadavia y en las provincias agrícolas del Chaco, Misiones y Entre Ríos. Primero partían los hombres jóvenes, grupos de amigos y familiares y varios años después les seguían otros familiares.

El segundo período es abundante en la formación de los clubes checoslovacos. El primer Almanaque de Checoslovacos en Argentina cita nueve asociaciones checoslovacas en este paíspara el año 1927. En la víspera de la Segunda Guerra Mundial existían más de 50 asociaciones checoslovacas, incluyendo clubes culturales, deportivos y políticos, coros, grupos de teatro, y escuelas checoslovacas.

Los clubes  más grandes e influyentes en Buenos Aires seguían siendoel de La Alianza Nacional, Sokol y el Club Checoslovaco que organizaban  encuentros, bailes, funciones de teatro, celebraciones de Días nacionales, y actuaciones gimnásticas. El Club Checoslovaco era de índole más conservador y representaba a los inmigrantes checoslovacos de más recursos de la Capital, mientras que Sokol y la Alianza se perfilaban como instituciones de  índole más popular. Otras  asociaciones nuevas se formaron en el sur industrial de Buenos Aires en Avellaneda,, Villa Dominico, Berrisso, Temperley y la Plata donde se asentaron  checos y eslovacos por razones de trabajo.

El desarrollo del movimiento obrero en la Argentina inspiró desde la segunda mitad de los años veinte la participación activa de los trabajadores checoslovacos. Los empleados en la industria textil y frigorífica en gran Buenos Aires fundaron varias organizaciones checas y eslovacas de obreros y publicaron cinco periódicos en lengua checa. Su misión fue apoyar el movimiento obrero, activar la voz obrera en Argentina e informar sobre las condiciones de trabajo en el mercado argentino. El periódico Dělnické listy hizo una propaganda izquierdista tan radical que las autoridades checoslovacas prohibieron su envío a Checoslovaquia y posteriormente fue prohibido por la policía argentina.

En la víspera del Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires (1934) se fundó la primera asociación religiosa Československý katolický spolek. La asociación tenía una tarea clara: preparar una representación digna de la colectividad en el Congreso y dar bienvenida a la delegación católica que venía desde Checoslovaquia. Con las autoridades católicas llegó el primer misionero checoslovaco destinado para los inmigrantes, el salesiano Jáchym Procházka. Trabajó muchos años para la colectividad checa y eslovaca en Argentina.

El inicio de la continua prensa checoslovaca en Argentina  data del año 1923, cuando se editó el periódico Jihoamerický Čechoslovák (publicado entre 1923 y1944 como semanario, más tarde de forma quincenal).Desde 1925 se publicó bajo el nombre abreviado Jihoameričan (Sudamericano). En el período de entreguerra, se publicaron en Argentina una docena de periódicos con frecuencia quincenal o mensual escritos en lengua checa y un periódico en eslovaco. Los periódicos más difundidos y con la edición más larga fueron: Věstník Československý (1926–1935), Československý Dělník (1927–1935), Nová doba (1931–1961), Slovenský Ľud (1929–1938).

A finales de los años veinte, por un tiempo corto,   los clubes checoslovacos obreros editaron su propia prensa. Se trataba de cinco periódicos: Dělnické listy (Periódico obrero), Obrana (Defensa) y Svornost (Concordia). En la provincia de Chaco se editaba el quincenal Venkov Čakenský (1934-1950), el único periódico agrícola orientado a la colectividad de campesinos checoslovacos. A corto plazo, por un año, existióla revista infantil Našim dětem(1937), editada por el profesor enviado Brunclík y una revista católica denominadaVelehrad (Alcázar). Desde los años treinta la Embajada Checoslovaca estableció un fondo para apoyar la prensa checoslovaca que por consecuencia de la crisis económica iba desapareciendo.

Los periódicos de la colectividad contribuyeron, sin duda, a la integración de los inmigrantes checoslovacos en la sociedad argentina. Aparte del material informativo de Argentina y la Europa Central, ofrecía lecturas temáticas de la cultura y vida social y política en Argentina. Para muchos que no dominaban el idioma castellano era una fuente única de conocer las realidades de su nueva patria. Para muchos inmigrantes los periódicos fueron la única fuente de información sobre su patria.

En los años treinta, se perfilaron varias asociaciones de inmigrantes con fines educativosconel objetivo de crear escuelas checoslovacas. Los esfuerzos de enseñar la lengua y la cultura checa  datan de principios de los años veinte cuando el maestro Jan Purkrábek promovía la idea de la escuela nacional en Buenos Aires. El miedo a la “desnacionalización” de los niños fue considerable, especialmente en las ciudades, donde la concentración de los inmigrantes checos no era tan numerosa como en las zonas rurales.

La primera escuela de Checoslovacos fue fundada en Berrisso en la provincia de Buenos Aires en 1929 por las señoritas Čvančarová y Štěpková de Praga.

El desarrollo de la educación checoslovaca en Argentina surge con la llegada del nuevo embajador checoslovaco František Kadeřábek. En 1936 creó la Fundación de Escuelas de Checoslovaquia en Argentina (Československá Matice školská v Argentině) con el fin de desarrollar y administrar la educación para hijos de los inmigrantes checoslovacos. Las escuelas checoslovacas en Argentina funcionaban como escuelas complementarias (en checo: doplňovací škola). Fue una escuela voluntaria para hijos de inmigrantes checos y eslovacos de 5 a 12 años. Los alumnos frecuentaban en la mañana a la escuela argentina y por la tarde la escuela checoslovaca establecida en su mayoría en los clubes checoslovacos. La enseñanza se centraba en el aprendizaje de la lengua checa y/o eslovaca, la historia y cultura checa, además de la educación física y enseñanza de manualidades. Los maestros eran enviados por el Ministerio de Educación Checoslovaco que pagaban sus salarios y el material para los alumnos. Las escuelas checoslovacas atendieron en los años de su funcionamiento, 1936-1949, a casi dos mil alumnos.

Las personalidades importantes de la colectividad eran, además de los líderes de los clubes, los empleados del gobierno checoslovaco como diplomáticos, empresarios y profesores enviados. El empresario Miloš Suchan publicó en 1926 el primer almanaque checo en Argentina, y dirigía una Agencia de Colonización que vendía tierrasa inmigrantes checos y polacos, en el Chaco Paraguayo, en la colonia Fram.  Jan Purkrábek y su hija, Milada Purkrábková contribuyeron a la formación de escuelas checoslovacas en Buenos Aires. Karel Kazimour, del Chaco fundó  la primera imprenta checoslovaca en Argentina, editaba el periódico Venkov Čakenský y se encargó de la publicación delprimer libro de historia sobre la colectividad checa en el Chaco Památník československé koloniev Chaco en 1936.

 

3. Tercer periodo: 1939–1948 (los checoslovacos y la Guerra Mundial)

Durante la guerra vivieron en Argentina alrededor de 50 mil checoslovacos. Además de inmigrantes ya establecidos en Argentina de manera permanente, llegó al país un grupo de unos 5.000 refugiados de la guerra europea. No se sabe mucho de los checoslovacos refugiados porque no se integraron en las asociaciones de sus paisanos, ni se organizaron a la base de su origen y  necesidades especiales.

Los años cuarenta  se pueden caracterizar como un período de culminación de actividades de la colectividad checoslovaca en Argentina que desarrolló plenamente su estructura institucional y organizó numerosas actividades culturales y sociales. Durante ese período dramático, se escalaron conflictos entre los clubes antiguos y nuevosLos clubes en Argentina se involucran en la resistencia del exilio. El comienzo de la ocupación de Checoslovaquia fue el impulso para la creación de la federación Československé Sdružení (Unión Checoslovaca) que integró a la mayoría de los clubes checoslovacos y se dedicó a apoyar la resistencia checoslovaca en Argentina. Editaba un nuevo quincenal Sjednocení (Unión) que proporcionaba información detallada sobre la situación de la guerra en Europa y la actitud del gobierno checoslovaco en el exilio en Francia y en Inglaterra. Después de dos años, el periódico se transformó en un nuevo periódico democrático Tábor (1941-1947). Puesto que la comunicación con los familiares en Europa fue imposible, los periódicos de la colectividad fueron una importante y única fuente de información de los acontecimientos en la Europa Central.

Durante la guerra seguirán funcionando las escuelas complementarias checoslovacas que gradualmente se expandían a otras zonas de concentración de la colectividad checoslovaca. La fundación de Escuelas de Checoslovaquia en Argentina subvencionaba las escuelas y los salarios de los maestros en principios de la guerra y, a partir de 1943, el gobierno checoslovaco en exilio en Londres mandaba subsidios para la continuación de la educación checoslovaca en Argentina.

El gobierno en el exilio checoslovaco tenía un interés en asegurar que las colectividades extranjeras se involucraron en la resistencia. Un papel esencial en la organización de la resistencia en Argentina y de la colectividad checoslovaca lo jugó el embajador Kadeřábek, obligado a entregar la Embajada Checoslovaca a la Alemana, se quedó en Argentina como el representante diplomático checoslovaco del Uruguay. Kadeřábek fundó Československé komité při argentinském Červeném kříži (Comité Checoslovaco por Ayuda a las Democracias) que era una organización para cubrir su misión en Buenos Aires para el gobierno checoslovaco en el exilio.

Organizaba, entre otros, eventos de caridad para la Cruz Roja Checoslovaca en Londres, dirigía salidas de los voluntarios militares para el ejército checoslovaco en Gran Bretaña, exponía pasaportes para refugiados y editaba un boletín de noticias en tres idiomas con un anexo judío sobre la situación de la guerra en Europa. En Argentina jugó un papel clave para el reconocimiento del gobierno checoslovaco en el exilio y la restauración de las relaciones diplomáticas al fin de la guerra.

Aunque el gobierno aargentino pro-alemán observada con desconfianza las actividades de las asociaciones de los checoslovacos, las fuentes históricas no mencionan  acciones de restricción contra ellas.   Pocos inmigrantes checoslovacos (en su mayoría de origen alemán) expresaron solidaridad con el Reich Alemán y se unieron al Partido Nazi. Varios inmigrantes de ciudadanía checoslovaca contactaron a la Embajada de Alemania por razones prácticas; para solicitar pasaporte del Protectorado o subsidios sociales que  reposan en los documentos del archivo de la Embajada Alemana que fue accesible a los diplomáticos checoslovacos después de  la guerra.

Probablemente la única y evidente “traición” de la institución de la colectividad checoslovaca es el caso del periódico Jihoameričan, cuyo último propietario, Jandera simpatizó con la propaganda alemana antes de la guerra, y su actitud cambió en gran medida la orientación del periódico; de hecho, durante la guerra recibía subvenciones por parte de la Embajada Alemana.

La Checoslovaquia de post-guerra (1945-1948) recuperó las relaciones diplomáticas con Argentina. El trabajo principal con respecto a la colectividad checoslovaca fue la organización de re-emigración de inmigrantes checoslovacos a su patria. El período de la posguerra checoslovaca fue marcado por la reconstrucción del país devastado por la guerra. La expulsión de los alemanes causó gran desequilibrio demográfico y laboral.

Así, uno de los proyectos de la política exterior fue facilitar la re-emigración de los ciudadanos checoslovacos residentes en el extranjero para repoblar la zona fronteriza de Sudety que abandonaron casi tres millones de alemanes checoslovacos. Aunque la política de re-emigración contaba principalmente con las colectividades checas y eslovacas en los países europeos, la llamada se dirigía a todos los checoslovacos en el mundo.

Argentina fue uno de los países no europeos, de donde salió la mayor cantidad de re-emigrantes. La embajada de Checoslovaquia en Buenos Aires se encargaba de administrar el pasaje de re-emigrantes. En los años 1946-1950 se registraron  mil  solicitudes y se  organizaron cuatro viajes de re-emigración a Checoslovaquia.

La mayoría de los emigrantes  regresaban a la patria por diversas razones, en general eran personas que no lograron integrarse plenamente en la sociedad argentina y consideraban el regreso a su patria  como una oportunidad de mejorar su posición social y económica.

 

4. Cuarto periodo: 1948–1990 (turbulencia política y recesión de la colectividad)

La emigración de Checoslovaquia a la Argentina después del golpe comunista en febrero de 1948 no era numéricamente insignificante. Se trataba de unos cien  refugiados  intelectuales y de clase media. También los empleados de la Embajada Checoslovaca en Buenos Aires se negaron a colaborar con el régimen comunista y pidieron  asilo político en Argentina. Un papel importante lo jugaron los políticos eslovacos separatistas que se exiliaron a Argentina después de la guerra cuando se acabó la República Eslovaca (1939-1945) con orientación alemana. Los separatistas eslovacos crearon sus propias instituciones en  Argentina y lucharon por la idea de la Eslovaquia independiente durante todo el siglo XX. Las instituciones han quedado activas como clubes nacionales después de la independencia de Eslovaquia en 1993.

A finales de los cuarenta terminó en Argentina  el periodo del ambiente abierto para el desarrollo de las instituciones de los inmigrantes. El gobierno de Perón adoptó medidas para la asimilación de los grupos de inmigrantes en la sociedad argentina. Bajo la influencia de los acontecimientos políticos de la posguerra y las angustias del comunismo en Europa central y oriental, el gobierno argentino reaccionó en contra de las actividades políticas de izquierda. En 1949, la policía cerró la Unión Eslava, una federación de cincuenta clubes de las colectividades eslavas. De esas, cuatro organizaciones checoslovacas fueron prohibidas y sus funcionarios fueron detenidos y encarcelados por un corto tiempo. La policía destruyó la mayoría de los materiales en checo, incluyendo las bibliotecas de los clubes. En las provincias de Córdoba y Entre Ríos se registraron también clausuras de clubes checoslovacos.

En las asociaciones clausuradas dejaron de funcionar las escuelas complementarias y los profesores enviados quedaron sin trabajo.

Además, las autoridades argentinas insistían en el cumplimiento dela Reglamentación para el funcionamiento de escuelas especiales (por ejemplo, los maestros debían ser ciudadanos argentinos y recibir una formación en Argentina) y obligaron a la embajada a retirar doce profesores checoslovacos que fueron enviados a la Argentina en 1947. La salida de los profesores en 1950 significó el cierre definitivo de la educación institucional checoslovaca en Argentina.

Las actividades de los clubes checoslovacos restantes se limitaron desde los cincuenta en actividades de carácter social (bailes), funciones de teatro y actividades deportivas. Dos décadas después, esas actividades dejaron de organizarse por falta de interés de la colectividad. Los periódicos Venkov Čakenský, Československý Vlastenec, Tábordejaron  de editarse a finales de los cuarenta. El único periódico en lengua checa, Nová doba se mantuvo hasta 1961.

Las medidas políticas restrictivas llegaron en el momento del reemplazo generacional en la colectividad. La nueva generación de descendientes checoslovacos, ya asimilada en la sociedad argentina, después de los cambios políticos no veía alguna perspectiva en la continuidad de la herencia checoslovaca en  Argentina. Los clubes sufrieron la pérdida de sus miembros y se ausentaban nuevos líderes y seguidores. Los clubes de Sokol se mantuvieron como clubes puramente deportivos sin obligaciones con los fundadores checoslovacos. De esa manera sigue funcionando hasta ahora Sokol en Villa Dominico y Club Morava en Chaco.

Un acontecimiento negativo para la colectividad de Buenos Aires fue el cierre de la sede de Sokol y Alianza en la calle de San Juan, donde se celebraban regularmente obras teatrales, bailes y gimnásticas de Sokol hasta 1971. El edificio arrendado tuvo que respaldar la construcción de una  autopista y los miembros restantes del club ya no encontraron fuerza para buscar una sede nueva.

El Club Checoslovaco, así como Alianza en Avellaneda y el club Sparta (transformado de Alianza) en Villa Dominico, no fueron formalmente derogados. Sus actividades se limitaron a la organización de actividades deportivas (como  torneos de bolos o voleibol). En los ochenta muy pocos clubes checoslovacos organizaban alguna actividad regular. Decenas de los edificios de los clubes checoslovacos cayeron poco a poco en mal estado. Algunos edificios fueron retomados por las autoridades argentinas y se utilizaron para otros fines.

 

5. Quinto periodo: desde 1990 hasta la actualidad (reconstruyendo la colectividad checoslovaca)

La democratización en ambos países ayudó a desarrollar el interés por el patrimonio checo en Argentina en ambos países. Se fundaron varios clubes checos y eslovacos nuevos y se reactivaron asociaciones checoslovacas en los antiguos centros de inmigración checoslovaca en las provincias de Buenos Aires, Chaco y Misiones y en Rosario, Santa Fe y Comodoro Rivadavia. Se estima que en la Argentina vivenaprox. 100.000  descendientes de  checos y  checoslovacos.

En la actualidad, se registran unas catorce asociaciones culturales checas y/o checoslovacas en Argentina. Algunos clubes tratan de reactivar las actividades de los clubes de las décadas anteriores, otros intentan presentar la cultura checa actual para el público argentino y varios también buscan nuevas formas de integrar su patrimonio checo en el mosaico de grupos de inmigrantes en Argentina. Los clubes nuevos juegan un papel importante en transferir el conocimiento cultural de la República Checa.

La asociación principal de Buenos Aires es Casa Checa en Argentina (Český dům), fundada en 2002 por miembros del grupo de danzas folclóricas Sokol que se formó desde los años setenta y ensayaba en las instalaciones de Sokol en Villa Dominico. Durante primera década de su existencia estableció contactos con varias asociaciones en las provincias, editaba el periódico Naše Doba en español, coordinaba un programa de radio de música y cultura checa, organizaba encuentros de descendientes con comidas típicas y tenía ambiciones de unir todos los descendientes de checoslovacos en Argentina. Después del desarrollo dinámico de actividades, el club se instaló en 2011 en la sede renovada de un antiguo club checoslovaco  enAvellaneda y sus actividades se han centrado en la organización de encuentros de descendientes con comidas típicas.

Un gran interés entre los descendientes evocó la introducción de la enseñanza del idioma checo en Buenos Aires. Los primeros cursos los organizaba la Embajada en Buenos Aires y desde 2004 trabajan en Buenos Aires (con salidas a Santa Fe y Rosario) un profesor enviado y otro en la provincia de Chaco.
El club más grande de la provincia es Unión cultural, deportiva y social checoslovaca en PRSP en el Chaco. En su sede renovada abrió en 2006 el Museo Jan Osyčka de la inmigración checoslovacas de Chaco. El club organiza encuentros de descendientes, festejos y ofrece sus instalaciones para el conjunto folclórico Moravanka que goza de una participación activa de la generación más joven.

De los otros clubes hay que mencionar el Centro Checo de Santa Fe que reúne a cerca de dos docenas de descendientes de checoslovacos de esa región; club Hogar Checoslovaco, en Rosario que mantiene su propia sede y se presenta con el conjunto folclórico. En Oberá, en Misiones funciona una asociación checa que recuperó la colectividad entre los descendientes de alemanes de  Checoslovaquia y organiza varias actividades culturales en su nueva sede  construida recientemente en el Parque del Inmigrante.

Autora: Vendula V. Hingarová

Fuente: “Periodizace českého (československého) vystěhovalectví v Argentině”, In: Argentina napříč obory: současné pohledy . Olomouc, Univerzita Palackého, 2014, pp. 157–186.

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